La moneda cae. Gira a una velocidad impresionante. Gira y gira. Cara o
cruz, cara, cruz,cara,cruz. Llorar, reir, soñar,sufrir. Giramos como
ellas, mil vueltas, miles en unos segundos. Nadie nos puede parar, nadie
lo puede controlar.
Nosotros no somos dueños de la cara o de la cruz, todo ocurre cuando
debe y porque debe. Nos creemos los amos de todo... Pero no somos más
que unas simples monedas que van girando a su suerte mostrandonos sus
dos caras a cada segundo.
No tenemos el control.
No hay comentarios:
Publicar un comentario